Edadismo y Discriminación
Desde hace unas semanas, existe un debate en torno al sistema de cuidados de personas mayores. No es de extrañar, dado que las personas que vivían en centros residenciales han sufrido una de las peores partes de la COVID 19. Nos hemos acostumbrado a escuchar en el telediario o a leer en el periódico noticias sobre negación de acceso al sistema sanitario, soledad y falta de medios (1). Y es que esta pandemia ha sacado a relucir un problema que no es nuevo: la discriminación por edad (edadismo) y el maltrato a personas mayores (2).
El término edadismo fue creado por el gerontólogo Robert Butler, y consiste en una forma de discriminación hacia personas de edad (3). Existen muchas ideas de este tipo, y aparecen en muchos contextos (familia, hospital, residencias, administraciones, etc.). A continuación, os hablo de tres ideas que tenemos que tener en cuenta si no queremos caer en la discriminación.
Las personas de edad no se desvinculan de la sociedad
En alguna ocasión habrás podido escuchar que lo normal cuando te haces mayor es despreocuparte por completo. Que el ciclo natural es desvincularte de la sociedad y de muchas de las cosas que antes eran importantes para ti.
Esta noción del envejecimiento nos puede llevar a pensar que a las personas mayores no les importa la política, las cosas que ocurren en su barrio o decisiones tales como dónde vivir o quién se encarga de su cuidado. Serían personas al margen de lo que ocurre a su alrededor, sin necesidad de tomar las riendas de su vida y su entorno.
Nada más lejos de la realidad. Los cambios asociados al envejecimiento pueden llevarte a manejar situaciones de forma diferente, o a cambiar de gustos. Pero para nada implica que se desvinculen.
Las personas de edad pueden querer seguir participando activamente en la sociedad. Y más importante aún, tienen pleno derecho a seguir haciéndolo, y a seguir tomando decisiones sobre su vida. Relegarlos a la marginalidad no es un proceso asociado al envejecimiento, sino una forma de discriminación.
El envejecimiento no es sinónimo de enfermedad y limitación
Todos los seres humanos envejecemos, y a esa etapa vital están asociados una serie de cambios. El problema es cuando asumimos que esos cambios provocan que la persona no pueda seguir con las riendas de su vida.
Frases como “es que ya no va a poder hacer nada solo”, “se ha vuelto más torpe, así que mejor que se esté tranquilo” o “ya se lo hago yo, que él tarda mucho” son buenos ejemplos de esta creencia.
Es cierto que en la tercera edad surgen ciertas necesidades nuevas de cuidado y apoyos, pero no significa reducir participación en actividades importantes para la persona. Es necesario pasar del enfoque centrado en las dificultades a uno centrado en las posibilidades.
Nadie pensaría que una persona joven que se ha torcido el tobillo y emplea un apoyo en forma de muleta debería quedarse tranquilo en casa. Al contrario, le animaremos a continuar con las cosas que le gusta a pesar de que los desplazamientos requieren que la utilice. Entonces, ¿por qué no hacemos lo mismo en el caso de personas de edad?
Las personas mayores tienen valor social
Existe la creencia de que las personas jóvenes se deben priorizar sobre las mayores. Este tema ha llegado a ser portada en periódicos nacionales con los problemas derivados en atención médica durante la COVID-19 (4).
Pensar que las personas mayores son menos valiosas para la sociedad por cuestiones tales como la productividad o la esperanza de vida es otra forma de discriminación. Y es que, en ocasiones, es necesario recordad que cualquier persona es valiosa por el mero hecho de serlo.
No es necesario entrar en las muchas funciones que tienen las personas mayores en la sociedad, como apoyo en cuidados o aportación de experiencia. El poner en tela de juicio si una persona es digna y tiene plenos derechos en base a su capacidad productiva es, en sí, una forma de discriminación muy grave que vulnera derechos fundamentales.
Obviamente, el contexto importa. Y en una situación de crisis como la actual, con escasez extrema de recursos sanitarios, es una cuestión a tener en cuenta. Pero como dice Adela Cortina (5), sólo se pueden utilizar criterios de exclusión en caso de imposibilidad absoluta, no como punto de partida en protocolos asistenciales.
Igualmente, no es una forma de discriminación que haya surgido en esta pandemia. El propio Robert Butler (6) identificó comportamientos entre personal asistencial y sanitario que discriminaba a personas de edad, tales como acceso a algunos medicamentos o tardanza en el diagnóstico de ciertas enfermedades. Y estos comportamientos no se daban en situación de crisis.
Hacia una Sociedad del Buen Trato
La discriminación contra personas de edad es una realidad. Se basa en creencias que lo justifican, y se expresa en comportamientos de maltrato.
Y es que eliminar el maltrato en cualquiera de sus formas es una prioridad. Ya se de en el contexto familiar, residencial o administrativo. Ya sea a través de la negación del derecho a decidir, a vivir, o a la integridad física y mental.
Dentro de este marco, el movimiento por el buen trato intenta fomentar actitudes, prácticas y comportamientos no discriminantes y positivos para las personas de edad Algunos de ellos son (7):
- Tratar a las personas mayores como adultos y con respeto, claridad y sinceridad.
- Respetar sus opiniones y decisiones. No asumir que su edad les impide elegir aspectos importantes de su vida.
- Facilita la participación en actividades cotidianas y gratificantes. Busca apoyos si son necesarios.
- Favorece la independencia al máximo posible.
Y recuerda: ‘La jubilación ya no genera viejos: abre una nueva etapa en la vida de una persona’ Pilar Rodríguez.
Óscar Fernández Ballbé, psicólogo en Socaire Psicología.
1 Editorial (2020). Indignidad. El País. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web: https://elpais.com/opinion/2020-06-09/indignidad.html
2 Organización Mundial de la Salud (2016). Envejecimiento y Ciclo de Vida. Respuestas a Preguntas Frecuentes. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web:https://www.who.int/ageing/features/faq-ageism/es/
3 Berbel, S (2020). Mayores de 45, absténganse. El País. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web:https://elpais.com/elpais/2018/09/13/opinion/1536850378_116589.html
4 Peinado, F (2020). Hospitales de Madrid rechazaron a pacientes de residencias por su edad: “A los mayores de 75 no nos los cogen”. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web:https://elpais.com/espana/madrid/2020-06-08/asi-fue-en-la-practica-el-triaje-en-los-hospitales-de-madrid-a-los-mayores-de-75-anos-no-nos-los-cogen.html
5 Cortina, A. (2020). Los ancianos son vistos como vidas sin valor social. Eso es inmoral. XL Semanal. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web:https://www.xlsemanal.com/personajes/20200608/residencias-ancianos-coronavirus-hospitales-rechazo-social-adela-cortina.html
6 Cenie (2018). Edadismo: No más prejuicio. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web:https://cenie.eu/es/blog/edadismo-no-mas-prejuicio
7 Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (2011). Guía práctica del buen trato a las personas mayores. Recuperado el 17 de junio de 2020 del sitio web: https://www.segg.es/media/descargas/Acreditacion%20de%20Calidad%20SEGG/Residencias/SEGG.%20GUIA%20BUEN%20TRATO%20A%20PERSONAS%20MAYORES.pdf